Conocemos los posibles cambios que pueden darse en el aspecto físico al estar en tratamiento oncológico.
Estos, aunque en general no son graves clínicamente, sí son importantes para uno mismo.
Cuando nos vemos bien y a gusto con nuestro aspecto, nos sentimos más fuertes para vivir nuestro día a día; un sentimiento que no cambia durante la enfermedad.
Los cambios que se pueden manifestar en la piel como sequedad, erupciones, manchas o irritaciones, serán en la mayoría de los casos transitorios
Durante la quimioterapia, la inmunoterapia y las terapias dirigidas, pueden producirse algunos efectos secundarios en la piel, en la mayoría de los casos transitorios, como la sequedad, irritación, erupciones o manchas.
Con las siguientes pautas se pueden minimizar algunos de estos efectos secundarios:
Durante el tratamiento oncológico pueden producirse algunos efectos secundarios como sequedad, hinchazón, irritación, sensación de hormigueo o calambres en manos y pies.
En la mayoría de los casos son transitorios y no revisten gravedad, pero podemos intentar prevenirlos y minimizarlos.
Hidrata manos y pies de 2 a 3 veces al día con bálsamos o aceites que aporten gran suavidad a la piel.
Nutre las uñas, desde la cutícula hasta cubrir todo el lecho de la uña con movimientos circulares.
Se recomienda no cortar las cutículas ni eliminar durezas.
Evita las uñas acrílicas y esmaltes semipermanentes.
Aconsejamos usar esmaltes sin acetona.